El Daño Cerebral Adquirido (DCA) es una lesión que aparece de forma súbita en el cerebro. Esta lesión puede producirse por múltiples causas; tumores, infecciones, traumatismos craneoencefálicos, anoxias, consumo de tóxicos, inhalación de humo, etc. La causa más prevalente en la actualidad son los Ictus, también llamados Accidentes cerebrovasculares (ACVs), que son producidos por una interrupción del flujo sanguíneo cerebral.
El DCA puede suceder a cualquier persona, independientemente de la edad, sexo, condición social o económica. A día de hoy, se ha convertido en la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda causa de discapacidad en ambos sexos. Según el informe realizado por FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral) en colaboración con el Real Patronato sobre Discapacidad (2015), en España viven 420.000 personas con DCA.
El DCA es una entidad compleja, debido a la gran variabilidad de secuelas. Las más visibles son las de carácter físico (hemiparesia, alteraciones del equilibrio, espasticidad, etc.), no obstante, existen otro tipo de secuelas menos visibles pero igual o más incapacitantes. Entre ellas, destacan las cognitivas (alteración de la atención, orientación, memoria, percepción, funciones ejecutivas, fatiga mental, etc.), emocionales y/o conductuales (irritabilidad, apatía, inflexibilidad, impulsividad, agresividad, labilidad emocional, desinhibición, egocentrismo, etc.), comunicativas (afasia, anomia, alexia, disartria, disfonía, etc.), sensoriales y sensitivas (pérdida de visión, visión doble, pérdida del sabor o del olor, etc.). Todas ellas generan una alteración en la funcionalidad, autonomía personal y participación social.
La aparición súbita e inesperada del DCA provoca un antes y un después en la vida de la persona afectada y la de su familia. Las consecuencias se verán reflejadas en el ámbito personal, familiar, social y/o laboral, situando además a la familia en una situación de crisis.
Por tanto, la familia es co víctima del DCA pero, paradójicamente, también es parte de la solución. Es indispensable pues, prestar atención a los miembros que componen la unidad familiar, contribuyendo al desarrollo de estrategias que les permitan normalizar y recuperar el control de su vida.
En la página de FEDACE ( https://fedace.org ) puede encontrar gran cantidad de recursos e información adicional sobre Daño Cerebral Adquirido.